Enfermedades cutáneas en el trabajo: ¿a qué se exponen los mecánicos y metalúrgicos?

En el contexto de las enfermedades profesionales, los trastornos cutáneos representan un caso especialmente frecuente, sobre todo entre aquellos profesionales que entran en contacto diario con agentes potencialmente irritantes y agresivos para la piel. Entre estos trabajadores se encuentran los mecánicos y los metalúrgicos, cuya función implica una amplia gama de tareas en las que las manos son una herramienta clave.

Las afecciones cutáneas dan lugar a numerosas reclamaciones de prestaciones del INAIL por lesiones y enfermedades profesionales, tanto en materia de incapacidad temporal como de incapacidad permanente en los casos más graves. Invalidantes para los trabajadores y costosas para las empresas, las enfermedades cutáneas de las manos deben prevenirse y evitarse con programas de intervención específicos, en los que participen tanto los responsables de la seguridad como los trabajadores expuestos al riesgo.

Estos últimos, de hecho, deben recibir una formación adecuada y ser conscientes de los riesgos laborales a los que están sometidos, para poder identificarlos y prevenirlos activamente. Nettuno siempre ha estado en primera línea para la difusión de una verdadera cultura de la salud, que implique a todos los protagonistas de la seguridad en la empresa y los convierta en promotores activos de los programas más eficaces de prevención de las enfermedades profesionales de las manos.

 

¿Cuáles son las principales enfermedades profesionales de la piel?

Como parte de su carrera, los trabajadores del metal y los mecánicos empleados en garajes

se exponen a factores de peligro extremadamente heterogéneos, dada la amplia gama de tareas que tienen que realizar estos profesionales.

 

Puede tratarse de riesgos derivados del uso de instalaciones y maquinaria específicas, pero también de aplastamientos, impactos con vehículos o equipos en movimiento y caídas accidentales. También es muy frecuente el contacto con productos químicos agresivos, irritantes, cancerígenos o fácilmente alergénicos: son la causa de las numerosas enfermedades cutáneas asociadas a estas ocupaciones.

 

Al entrar en contacto con la piel, determinadas sustancias químicas pueden provocar dermatitis de contacto, es decir, reacciones inflamatorias que implican irritación, picor, enrojecimiento, formación de pequeñas ampollas y sequedad pronunciada de la piel. Pueden ser dermatitis de tipo irritativo (DIC) o dermatitis de tipo alérgico (DCA), cuando están desencadenadas por reacciones inmunitarias.  También hay dermatitis de contacto por vía aérea y fotodermatitis, causadas por la acción combinada de sustancias químicas y luz solar. Algunas formas de urticaria y acné también pueden ser consecuencia del contacto de la piel con elementos como grasas industriales, aceites, hidrocarburos, lubricantes, alquitrán, etc.

 

Algunas sustancias peligrosas también pueden debilitar tan profundamente las defensas de la piel que predisponen a determinadas categorías de cáncer cutáneo. Tampoco debemos subestimar el envejecimiento prematuro y los daños en el ADN celular generados por la exposición constante a la radiación ultravioleta, que puede ser tanto la radiación natural del sol como la artificial de los equipos de soldadura o las lámparas UV especiales utilizadas en la industria.

 

 

¿Cuál es la incidencia de las enfermedades cutáneas?

Se calcula que, en Europa, las enfermedades cutáneas representan entre el 10% y el 40% de todas las enfermedades profesionales notificadas. Según la base de datos Malprof, el sistema de vigilancia de enfermedades profesionales del INAIL, la gran mayoría de las enfermedades profesionales de la piel (es decir, más del 80% de ellas) son dermatitis de contacto y otros tipos de eczema.

Precisamente estas afecciones son especialmente frecuentes en el sector mecánico y metalúrgico, debido al uso repetido de sustancias agresivas para la piel. Afortunadamente, las tendencias seguidas por los organismos de vigilancia muestran que las notificaciones de enfermedades profesionales de la piel han disminuido ligeramente en las últimas décadas, un hecho que puede ser síntoma de una mayor concienciación del problema por parte de los trabajadores y las empresas.

Es fácil pensar que las cifras están infravaloradas, pero sin duda el compromiso de instituciones y empresas privadas ha sido últimamente mucho más intenso y dirigido a difundir información clara sobre la magnitud del fenómeno, así como a concienciar a los trabajadores sobre los métodos más eficaces para prevenirlo y proteger su salud.

 

Las etapas de la prevención Nettuno

El programa Nettuno para el cuidado de las manos de mecánicos y trabajadores del metal pasa por varias etapas e incluye un apoyo integral de la piel, no sólo durante el trabajo, sino también antes y después de cada turno.

Los especialistas de Nettuno han desarrollado consejos específicos para la limpieza de las manos de mecánicos y metalúrgicos, es decir, fórmulas dedicadas a la limpieza profunda pero suave de la piel que ha estado en contacto con sustancias irritantes y peligrosas: las pastas, geles, jabones y cremas lavamanos de Nettuno son capaces de emulsionar incluso la suciedad más resistente y técnica, para eliminarla de la piel sin estresarla.

Para llevar a cabo determinadas tareas, también es esencial proteger las manos antes de empezar a trabajar. Hoy en día, no sólo existen los EPI más eficaces a disposición de los trabajadores, sino también cremas barrera avanzadas, como Protexsol Professional, diseñadas para proteger las manos de sustancias aceitosas, actuando como un guante invisible que reduce la penetración de sustancias nocivas en la piel.

Por último, es esencial devolver a la piel lo que ha perdido durante el trabajo más duro y los lavados necesariamente frecuentes: la línea Nettuno incluye también cremas cicatrizantes de alto rendimiento, como Protexem Rinnova, con su poder intensamente hidratante y diseñada precisamente para las manos de los trabajadores.

El objetivo de este paso más del programa Nettuno, así como de toda la filosofía Nettuno, es promover los procesos regenerativos de la piel y fortalecerla, para que sea capaz de soportar las tareas diarias más difíciles, confiando en su capacidad natural para renovarse y resistir los desafíos.

Sin duda, la mejor estrategia para reducir drásticamente la incidencia de las enfermedades profesionales de la piel y permitir así que los trabajadores mantengan sus manos intactas y sanas durante mucho tiempo.

 

Prevención y concienciación como nuevas palabras clave

A escala europea, han sido muchas las iniciativas encaminadas a difundir una mayor atención a la prevención y el tratamiento de las enfermedades cutáneas: desde la promulgación de directivas y reglamentos como REACH y CLP, hasta la financiación de la red de investigación StanDerm, un grupo de expertos en dermatología, epidemiología, salud y medicina laboral que ha promovido la difusión de mensajes comprensibles y la adopción de buenas prácticas de prevención en las empresas.

Decisiva a este respecto es también la actividad de los proveedores de productos y servicios de salud y prevención, como Nettuno, que pretenden difundir una cultura de la salud, especialmente en los entornos laborales de mayor riesgo, como aquellos en los que trabajan metalúrgicos y mecánicos.

Para nosotros es fundamental la creación de productos formulados en función de las necesidades específicas de las distintas categorías de trabajadores, pero también la consulta profesional con los directivos y responsables de seguridad, para orientarles hacia las mejores opciones y elaborar con ellos un plan de acción personalizado para el lugar de trabajo que gestionan.

 

Póngase en contacto con nuestros asesores para obtener toda la información que desee sobre nuestra gama de productos.

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