Manos secas y agrietadas: causas y remedios

La piel de las manos es un órgano indispensable que cada día actúa como barrera frente a numerosas agresiones externas de naturaleza térmica, física o química. Las manos secas, agrietadas o enrojecidas son el resultado de un profundo estado de desequilibrio de la piel y, en particular, de su preciosa película hidrolipídica, que ya no puede responder adecuadamente a los estímulos del mundo que la rodea.

Detrás de la alteración de la función fisiológica de protección de la piel están las actividades profesionales, que a menudo exponen las manos a un contacto constante con productos químicos irritantes, temperaturas extremas y lavados frecuentes con detergentes agresivos. Las manos deshidratadas tienen un aspecto áspero, carecen de elasticidad, presentan una textura irregular y están cubiertas de pequeñas arrugas o descamaciones. También pueden tener una tez apagada, estar enrojecidas o calientes y mostrar verdaderas fisuras.

Aunque muchos profesionales consideran «normal» tener las manos agrietadas, el fenómeno de las manos agrietadas es una dolencia grave y nunca debe subestimarse, ya que puede acarrear complicaciones médicas incluso graves e incapacitantes para la actividad profesional.

 

Manos secas: ¿cuáles son las causas?

Cuando las manos empiezan a agrietarse y a deshidratarse, suele deberse a una combinación de factores exógenos y endógenos. Para entenderlo, conviene recordar la importancia esencial de la película hidrolipídica que recubre la superficie de la piel, es decir, una capa que tiene un componente hidrófilo y otro liposoluble, formado por sebo y lípidos epidérmicos.

Esta película protectora natural cumple funciones básicas: mantener la correcta hidratación de la capa córnea de la piel (la más externa) y proteger la piel de la colonización de agentes patógenos como virus, hongos y bacterias. Es evidente, por tanto, que una alteración de esta película protectora puede tener importantes consecuencias para la piel.

Pero, ¿qué puede provocar desequilibrios estructurales y funcionales profundos en la película epidérmica? Una de las principales causas de la sequedad de las manos es, sin duda, la exposición a las sustancias agresivas utilizadas en el lugar de trabajo: grasas, lubricantes, detergentes, aceites, pegamentos, pinturas, hidrocarburos, betún, óxido y productos similares pueden agredir las manos, minando progresivamente su bienestar natural.

Además, las manos de los trabajadores suelen estar expuestas al contacto con el agua, la humedad o los EPI oclusivos. Otro factor clave en la aparición de asperezas, sequedad en los nudillos de las manos y deshidratación extensa es el lavado frecuente, prácticamente obligatorio en la industria y en la rutina diaria de quienes realizan trabajos artesanales. Sin embargo, el lavado frecuente con detergentes agresivos tiene un efecto excesivamente desengrasante y compromete las funciones de la delicada película hidrolipídica, predisponiendo la piel al enrojecimiento, la irritación, la deshidratación y la sequedad.

Si las manos que trabajan en invierno sufren la exposición al frío, el viento, el hielo y las fluctuaciones de temperatura, las de los profesionales que trabajan al sol se ven afectadas por el efecto de los rayos UV, su capacidad para deshidratar la piel y deteriorar las fibras de elastina y colágeno de la piel (lo que provoca un envejecimiento prematuro). La contaminación, el polvo del aire y el humo de los cigarrillos también contribuyen al deterioro de la barrera cutánea.

Sin embargo, cuando la piel está en buena forma, es decir, hidratada y suficientemente nutrida, puede resistir eficazmente las agresiones del mundo exterior y mantenerse sana durante mucho tiempo. Por el contrario, unos hábitos incorrectos o una exposición excesivamente prolongada a los riesgos descritos pueden minar irreparablemente la capacidad de respuesta de la piel, haciéndole perder elasticidad e hidratación y volviéndose visiblemente escamosa, seca e irritada.

Una de las causas de la sequedad de las palmas o de la aparición de rojeces en su superficie externa es también el uso de medicamentos tópicos o sistémicos o la presencia de enfermedades cutáneas graves, como dermatitis, psoriasis, eritema o micosis.

Cortes y rojeces: el problema de la dermatitis

Cuando la presencia de irritaciones o microcortes en las manos secas no se trata con prontitud, puede provocar un grave empeoramiento de la situación. El enrojecimiento, la descamación y los cortes pueden extenderse, convirtiéndose con el tiempo en auténticas fisuras y provocando hemorragias y dolor. Del mismo modo, una barrera cutánea comprometida favorece la entrada de patógenos, que podrían causar diversos tipos de infecciones.

Una de las consecuencias más graves de descuidar el problema de las manos secas y enrojecidas es sin duda la dermatitis, una forma grave de inflamación de la piel que puede ser de contacto, alérgica o irritante. Sus manifestaciones son especialmente graves y pueden limitar seriamente su capacidad de trabajo, así como afectar a su vida social. El tratamiento de estas enfermedades profesionales debe ser rápido y sin demora, y puede incluir fármacos tópicos, pero también inmunosupresores sistémicos o fototerapia.

Pero, ¿merece realmente la pena ignorar las señales que te envían tus manos y llegar a comprometer irremediablemente tu salud? La respuesta es no, sobre todo cuando existen métodos válidos para evitar el problema y preservar el bienestar de tu piel.

 

Remedios para las manos secas

Combatir los síntomas de las manos secas y agrietadas significa esencialmente adoptar dos estrategias: proteger eficazmente la piel de los agentes externos y mantener la hidratación fisiológica.

Para evitar el fenómeno de las manos secas, agrietadas y partidas, es esencial, en primer lugar, tomar las medidas de protección y prevención adecuadas, como protegerlas de los agentes irritantes en el lugar de trabajo. ¿Cómo? En primer lugar, introduciendo el uso de EPI y facilitando procesos de trabajo que eviten el contacto directo de la piel con sustancias agresivas. También es bueno proteger la piel de la acción del frío y el viento, durante el invierno, y de los rayos ultravioleta cuando se trabaja al aire libre en verano (o se utilizan equipos que emiten rayos UV).

Los remedios para las manos secas incluyen una atención especial a la fase de limpieza. De hecho, siempre se debe evitar el uso de jabones y lavamanos de mala calidad, en favor de productos industriales profesionales que tengan una fuerte acción limpiadora de la suciedad, pero respeten la piel, así como un pH neutro y, posiblemente, contengan ingredientes emolientes, hidratantes y calmantes.

Cuando la salud de la piel ya está comprometida, es útil adoptar buenos remedios para la piel dañada, que sólo pueden ser soluciones naturales cuando la fase de deshidratación aún está en sus inicios. Por ejemplo, se puede recurrir a remedios caseros como compresas o cremas a base de miel, caléndula, aceite de oliva y remedios vegetales similares. En el entorno laboral, sin embargo, siempre hay que considerar el uso de productos profesionales para la limpieza y nutrición de la piel, especialmente formulados para el cuidado de las manos de quienes trabajan.

La gama de soluciones Nettuno se creó exactamente con este fin y comprende tres tipos de productos diferentes, dedicados específicamente a proteger, lavar y nutrir la piel.

 

Evita las manos rojas y agrietadas con Nettuno

El primer paso para evitar la deshidratación cutánea en el ámbito profesional es proteger la piel con cremas barrera adecuadas, especialmente diseñadas para proteger la piel de la acción de las sustancias acuosas y la humedad, los ingredientes grasos y aceitosos o los peligrosos rayos UV.

Mantener a raya las manos arrugadas, deshidratadas y secas también es posible gracias a los lavamanos profesionales de mejores prestaciones, diseñados por los técnicos de Nettuno para las necesidades de los profesionales de los más diversos sectores.

Desde la experiencia de Nettuno, las cremas nutritivas profesionales también acuden en su ayuda, en función de sus necesidades y como parte integrante de un programa válido de cuidado de la piel.

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